Despertó de su letargo
tras el descanso invernal
ese exótico animal
conocido por Tamargo.
Se arrastra y no es un reptil,
picotea y no es un cuervo,
se mueve como un mandril,
pero si gruñe, es un cerdo.
Y como cada verano
apareció por Valencia
para probar la paciencia
de llorentes y sorianos.
Se alimenta de alevines
a los que ataca con saña,
sacándole las entrañas
a los pobrucos guajines.
Depredador insaciable
no le hace ascos a nada:
con tal de sacar tajada
vendería hasta su.....sable.
Si en tu vida se cruzara
un ejemplar de Tamargo
ten una cosa bien clara:
sin mirarle ni a la cara
¡déjale pasar de largo!.
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5 comentarios:
¿Pero es animal en especie de extinción o se le puede cazar?
Tu ponle un maletín con billetes delante y verás como se pela las rodillas.
Ahí está Angulo pagándole a Tamargo
Podías haber acabado el verso a lo JL:
Representa a Villa y Angulo,
marea a todo quisqui Tamargo,
por donde pasa pende embargo,
abunda la insidia y el bulo.
(se mascaba la tragedia de la primera rima, pero alguna vez tenía que ser bien hablado...)
De acuerdo como siempre, dales más caña se la merecen esto que esta pasando es vergonzoso.
Un abras.
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