UNAI, ¿Y AHORA QUÉ?

Esta semana el Consejo Directivo del VCF con su presidente Manuel Llorente a la cabeza y el Director Deportivo Fernando Gómez a la cola, han ofrecido la renovación al entrenador Unai Emery.
Si Unai no acepta la renovación, no pasa nada; pero si acepta pueden pasar dos cosas: que se clasifique para la segunda fase de la Champions o que no se clasifique. Si se clasifica, no pasa nada; pero si no se clasifica, pueden pasar dos cosas: que entre en la repesca para la Europa League o que no entre. Si entra en la repesca, no pasa nada; pero si no entra, pueden pasar dos cosas: que se centre de lleno en la Copa del Rey o que no se centre. Si se centra, no pasa nada; pero si no se centra, pueden pasar dos cosas: que luche por los puestos Champions en la Liga o que no luche. Si lucha, no pasa nada; pero si no lucha pueden pasar dos cosas: que Llorente se cabree o que no se cabree. Si no se cabrea, no pasa nada; pero si se cabrea, pueden pasar dos cosas: que se cargue a Emery o que no se lo cargue. Si no se lo carga, no pasa nada; pero si se lo carga, pueden pasar dos cosas: que tenga que pagarle el finiquito blindado o que no tenga que pagarlo. Si no tiene que pagarlo, no pasa nada; pero si tiene que pagarlo, pueden pasar dos cosas: que haya dinero en la caja o que haya que pedir un crédito. Si hay dinero en la caja, no pasa nada; pero si hay que pedir un crédito, pueden pasar dos cosas: que nos lo deje el Olivas o que haya que hacer una ampliación de capital. Si nos lo deja el Olivas, no pasa nada; pero si hay que hacer una ampliación de capital, pueden pasar dos cosas: que a los socios se les hinchen los huevos o que no se les hinchen. Si no se les hinchan, no pasa nada; pero si se les hinchan los huevos, entonces ya sólo puede pasar una cosa: que vaya por el aire Llorente, Fernando, Unai y toda la comparsa.
Así que, a ver si tenemos suerte y acertamos con la decisión. ¡Ay mare, qué cruz!.