Érase una vez un cerdo, que se vió, de repente, ocupando el cargo de Rey del Bioparc, sólo porque su padre, que era un buitre leonado, le había quitado el puesto a base de picotazos, al zorro plateado que quería hacerse con el poder.
Como resulta que el cerdo era muy burro, y no hacía más que meter la gamba, tuvo que esconderse y poner en su puesto a un delfín, que era amigo suyo.
Mientras duró la época de celo, los animales se dedicaron a joder (sólo para perpetuar la especie), pero una vez había pasado el efluvio, apareció el tigre, que junto a su amigo el tiburón, se ofrecieron para tomar el mando, queriendo mantener al cerdo al margen.
Por motivos que ni el mismísimo Darwin se explicaría, resultó que el cerdo pactó con el tiburón, dejando fuera al tigre, que se dedicó entonces a ir malmetiendo contra ellos entre los demás miembros de la comunidad animal, mientras merodeaba ansioso intentando clavarle el diente a su presa.
Pero resultó que el tiburón se puso más chulo que un gallo y quiso ningunear al cerdo y éste entonces se hizo amiguete del tigre y se cargaron al tiburón, porque le habían visto las orejas al lobo y decidieron coger el toro por los cuernos y lo mandaron a otro Bioparc pasando Cuenca.
Y así fue que el tigre pasó a ser el nuevo jefe del Bioparc (siempre con el cerdo en la sombra), y formó un equipo junto al lemur, que era el auténtico cerebro, y la foca, que se dedicó a tratar temas más festivos y que acabó no entendiéndose con ellos.
Pero hete tú, que un dia aparece el verdadero Rey de la selva, el león, que harto ya de hacer favores a unos y otros, decidió coger el mando y provocó que el lemur presentara su dimisión, y que el tigre, arrastrándose como un gusano, aceptara el papel de tigre florero (aunque él siempre defendió que tigre capullo sí, pero florero no) y colocó al frente a uno nuevo, que dicen que es un lince. Y colorín colorado, este cuento no se ha terminado.
Moraleja: (pon tú la que te salga).
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4 comentarios:
Y mientras tanto el mamout soñando con gacelas...
El caso es que esta historia me suena...
:-P
Lo que más me ha gustado es la jodienda de la época de celo (porque no veas los celos que se tenían unos a otros). Aún así también hay un personaje tangencial a la historia, que es la gorrina que usa pamelas.
Y todos los personajes, aún siendo cada uno la especie que es, todos han hecho el orangután y han puesto al valencianista como el culo de un mandril (ironías de la vida...mandril...como el Real).
Ante todo esto, lo mejor es que nos hagamos hienas y no dejemos de partirnos de risa.
Genial, a que más. Sigo pensando que sería harto conveniente que alguien que supiese manejar bien este medio hiciese llegar este tu postblog a esas eminencias, estoy seguro que una vez pasados los ejercicios espirituales que en estas fechas de cuaresma seguro estan haciendo les vendria muy bien. Dicen que rectificar es de sabios, aunque no sé, no sé, con semejante animalario; hubo un Papa que dijo algo sobre que los animales tenian "alma".
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